Rodajes Inmersivos

por José Celestino Campusano*

Apenas concluimos el rodaje de Brooklyn Experience, largometraje de ficción en video 360, marzo 2017, regresamos al país Martiniano Cavallieri, Gabriel Pomenariec, Luciano Leyrado y yo.

A los pocos días viaje junto al sonidista Nahuel Sosa a filmar a Bolivia las escenas faltantes del film El Silencio a Gritos, durante la estadía pudimos cerrar el aval económico del Teatro y Centro Cultural Compa y de la escuela de cine ECA, más el apoyo logístico del incipiente Cluster Audiovisual de La Paz, a fin de concretar dos meses más tarde un largometraje documental en video 360 titulado Bolivia Profunda.

Nuestro primer proyecto en video 360 fue La Secta del Gatillo, una resignificación del libro homónimo de Ricardo Ragendorfer en el cual nos propusimos ante todo instalar la cámara en sitios de contundente carga antropológica, en Brooklyn Experience definimos abordar el drama de una familia blanca y disfuncional en el NY de hoy, experimentando con la mayor cantidad de puestas de cámara posibles. En el caso de Bolivia Profunda optamos por explorar tanto la cotidianeidad en los barrios de El Alto, como en la selva y en las zonas rurales. Conociendo la notable aversión de la población boliviana a ser filmada o fotografiada por turistas, nos sorprendió que al igual que la paranoica policía de Manhatan no registraran el dispositivo, incluso colocándolo en plena vía pública en un barrio tan populoso como La Ceja. También planteamos, a fin de sumar dinamismo al registro, lo conveniente de colocar la cámara en los medios locales de transporte como ser teleféricos, taxis, lanchas, zorra ferroviaria y transportes colectivos.

Esta búsqueda de cotidianeidad se relaciona con nuestra conclusión de que Bolivia es indudablemente el país menos occidental de occidente, en el cual conviven costumbres y ritos ancestrales a la par del consumo compulsivo y de una innegable saturación visual y auditiva en los grandes centros urbanos, por ende desechamos la intervención de un presentador o reportero o de una voz en off, poniendo en valor todos aquellos estímulos que cualquier viajero podría percibir de inmediato apenas se permita integrarse a este fascinante tejido social. En estos momentos BP está siendo presentada en diferentes festivales a fin de conseguir financiación para concluir la postproducción.

La elección de trabajar con video 360 no es otra que la de atraernos en toda su enorme cuota de incertidumbre, experimentación y riesgo, al tener que descubrir nuevas pautas en la composición. Por ejemplo:

  1. Los llamados tiempos muertos o el salto de eje del formato tradicional pasan a ser recursos necesarios en el área inmersiva, los cuales suman fluidez a mi criterio.
  2. El clipeado de tomas (reduciendo en extremo su duración) impide la apreciación del entorno y, por ende, diría que se reduce notoriamente el impacto del registro en 360.
  3. Debido a la conicidad de la estética en gran angular, aquellos elementos fundamentales de la trama que no estén a escasos metros del lente, pierden presencia afectando por ello la fuerza del relato.

Estas pautas de composición afectan, invariablemente, las emociones del espectador (que en este espectro pasa a ser explorador o testigo) desde un lugar impredecible.

En lo personal me fascina narrar tanto en video 360 como en el formato tradicional. Todos aquellos que dirigimos contenidos audiovisuales, o bien quienes somos parte de los mismos desde los diferentes rubros, cometemos constantes errores los cuales son ocultados por el montaje de imagen o sonoro. En el video 360 estamos sumamente expuestos por lo que las exigencias al área actoral o técnica también mutan. A mi criterio es como si este nuevo formato tendiera muchas veces a amplificar los recursos actorales lo que obliga a considerar aquel viejo adagio que asegura que menos es más.

(*)

Filmografía en 360:

  1. Brooklyn Experience, rodada en 2017 (Arg - EE.UU Ficcion)
  2. La Secta del Gatillo, rodada en 2017 y 2018 (Arg - ficcion)
  3. Bolivia Profunda, rodada en 2017 (Arg - Bolivia Documental)
  4. Los ojos de Verónica, rodada en 2018 (Arg - Ficcion)
  5. Película sin título aún, en estos momento nos encontramos sumando apoyos para rodar nuestro quinto largometraje entre México y EE.UU para mediados del 2019.

Notas

  • Las fotos de Bolivia fueron tomadas en las cercanias del barrio de El Alto y del lago Titicaca.