Alejandra Torres es hoy una referente en investigaciones sobre cine y nuevos medios (videodanza, net art, medios y literatura). Egresada de la carrera de Letras (UBA), entre 1998 y finales de 2007, vivió en Alemania donde impartió clases como Lectora de Español en la Universidad de Colonia y en la Universidad de Múnich. Entre sus cursos dictó "Buenos Aires en el cine: crisis y representación", "Cineastas argentinos", "Retazos de México: el cine de Arturo Ripstein" y junto al profesor Wolfram Nitsch un curso sobre el cine de "Luis Buñuel". En esos años, preparaba su tesis doctoral en el marco de estudio de Género sobre la relación de la literatura y la fotografía en la escritura de Elena Poniatowska, por el cual obtuvo el Premio Cervantes, entre otros. Además, Torres fue Profesora Visitante en la Universidad de Gottingen, donde impartió cursos sobre las escritoras hispanoamericanas: "De Sor Juana a Elena Poniatowska".
Actualmente, es investigadora Independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET- Instituto de Literatura Hispanoamericana de la UBA) y Profesora Regular de la Universidad Nacional de General Sarmiento donde dicta las materias: Literatura Latinoamericana y Lenguaje, Comunicación y Cultura de la Imagen. En la misma universidad dirige el proyecto de investigación "Escrituras, dispositivos, estética y enseñanza".
Cecilia Fiel: ¿Cuál ha sido el lugar de la mujer en el cine experimental argentino?
Alejandra Torres: El lugar de la mujer en el cine experimental ha sido muy importante, la labor de Narcisa Hirsch y Marie Louise Alemann a finales de los sesenta es fundamental. Ambas integraron el grupo de Cine experimental argentino con sede en el Instituto Goethe. Además, introdujeron -ya sea por sus viajes o por la labor de programación de cine, como en el caso de Alemann -, importantes nombres de cineastas experimentales, entre otros.
Hay que destacar que realizan juntas el happening “Marabunta” junto a Walther Mejía en el año 1967 con cámara de Raymundo Gleyzer. Ese fue un hito importante en la cultura de los sesenta porque es arte de acción, los espectadores participaban de la obra, del rito de comer en público un cuerpo femenino, es una metáfora de la antropofagia. Antes de eso, habían repartido manzanas y muñecos en la calle Florida.
Narcisa Hirsch es una artista completa: siempre tuvo búsquedas en relación con la escritura, con la imagen en movimiento, con la performance, con los grafittis, con el mundo sonoro. Narcisa es una referencia para las cineastas actuales por su vasta filmografía, por el poder de sus imágenes, su amor al cine, y su actitud de vida. Además, es muy generosa. En estos momentos, estoy escribiendo un ensayo sobre una de sus películas y como aún no está digitalizada, Narcisa en persona, proyectó para mí la película. Me consta que es muy generosa también con las jóvenes generaciones. Pero volviendo a tu pregunta, sí, tanto Narcisa como Marie Louise son artistas pioneras del cine experimental en Argentina, sin dudas.
CF: ¿Qué destacarías del trabajo de Narcisa y Marie Louise?
AT: Desde hace tiempo, ya no las pienso solamente como cineastas experimentales creo que encasillarlas es injusto. Las dos han tenido búsquedas que exceden la experimentación en Súper 8 o 16 mm. El caso de Marie Louise Alemann es excepcional. Fue una artista completa se dedicó al periodismo, a la fotografía y las artes plásticas; hizo teatro Butoh, dirigió propuesta de teatro Underground en Cemento, un ícono porteño de los 80, además filmó más de treinta películas, en 1967 filmó "Yo veo Conejos" de 16 mm que es un tanto surrealista, en la que se retrata a sí misma y a otras personalidades de su mundo. Su filmografía es muy sugerente, entre otras, me impactó ver "Legítima defensa" (1980) en Súper 8mm, una performance en la que se puede ver la influencia del teatro Butoh. Además ella fue programadora, una labor importantísima, porque a través de sus selecciones, de su mirada, circuló en Argentina el cine de Herzog, Nekes, Schroeter, Fassbinder. Tuve la suerte de conocerla, de visitarla en su departamento, la vi darle de comer a las palomas, había muchísimas en su terraza y ella decía: “la gente las mata y yo les quiero dar de comer”, me pareció una mujer de una gran ternura. Ese día, tuvimos una larga conversación y en un momento dijo: “Un artista es alguien que busca siempre lo nuevo, que no se queda con lo que ya hizo porque ya lo hizo...". Así era ella. No se quedó repitiendo fórmulas sino que siguió buscando. En la búsqueda está su arte. Con el tiempo eso me parece genial.
CF: ¿Qué semejanza y diferencia encontrás entre ambas artistas?
AT: Tanto Narcisa como Marie Louise tienen búsquedas estéticas y existenciales; en el caso de Narcisa siempre se repite la pregunta por la existencia, por el mundo de las relaciones, por las pasiones, por el rol de las mujeres; Marie Louise, en cambio, reflexiona en su cine sobre cuestiones más íntimas, las cruza con la mitología, se pregunta por la naturaleza, por lo arcaico. Recomiendo ver la película de Constanza Sanz Palacio “Butoh” (2013) en la que rescata la figura de Marie Louise; el documental “Narcisa” de Daniela Muttis (2014) por el enorme trabajo de archivo; “Reflejo Narcisa” de Silvian Szperling (2014) una película muy personal y profunda sobre la obra de Hirsch.
CF: ¿Se puede establecer una relación entre el paso al digital y una mayor democratización de la participación de las mujeres?
AT: Seguramente, el digital es un cambio importante en el quehacer de las mujeres con la cámara. Un caso que investigué es el de la artista Margarita Bali, bailarina, coreógrafa, videasta. Comencé a trabajar en el archivo Bali en el año 2016 y, finalmente, con el apoyo de Mecenazgo se publicó el libro Margarita Bali. Danza y audiovisual en 2018. Aprendí mucho en ese proceso, no sólo sobre la vida y obra de Bali y la importancia de la danza en nuestro país sino también pude comprender la importancia de la aparición del digital en los últimos años. Incluso, tomé un curso con ella de tecnologías para el video! Para Bali el mundo digital fue un salto indispensable para realizar sus búsquedas estéticas en relación con la danza. Su trabajo audiovisual es innovador con las formas, por ejemplo, hizo por primera vez un “videomapping” en el que converge el mundo analógico y el mundo digital. Hoy, ya estamos a acostumbrados a ese tipo de imagen en movimiento pero en 2005 fue una primicia.
Lo que es destacable es que Margarita para el mapping arquitectónico “Pizzurno pixelado” hizo todo manualmente, pero ahora hay programas como El Arena o el Q lab para ajustar in situ. Sólo por ese trabajo la admiro mucho!.
CF: En lo personal creo que es fantástico el cruce de lenguajes que realiza en su obra, por ejemplo en Hombre Rebobinado…
AT: Sí, tiene una vasta producción que cruza la danza con el audiovisual es una verdadera pionera en nuestro país: tiene obras escénicas con video, videoinstalaciones, videomapping, y un gran trabajo como Hombre Rebobinado, una obra performática con video para espacio interior. Esta obra tiene una gran complejidad por varios motivos: hay mapping de video con ocho proyectores, un intérprete en vivo que interactúa con el mundo proyectado.
Además, Margarita ha trabajado especialmente la interactividad con el programa Isadora cuando nadie lo trabajaba y por supuesto con imagen fija digital y Photoshop. Margarita por su formación y desplazamientos por el mundo, traía las últimas novedades tecnológicas y, especialmente, las supo aplicar. Ahora, también hay artistas que trabajan con la danza y las imágenes digitales de un modo excepcional, pienso en el gran trabajo de Alejandra Ceriani, entre otras.
CF. ¿Qué artistas experimentales o videoartistas consideras vitales para nuestro país? ¿Con qué obras?
AT. Hay artistas insoslayables en nuestro país cuando se piensa en la búsqueda de imagen: Hirsch, Alemann, Margarita Paksa, la gran artista Marta Minujín, Margarita Bali y Graciela Taquini. La obra conceptual de Taquini también es muy importante. Destaco “Granada”, “Rota” y “Lo sublime Banal” entre muchas otras obras. Hay muchas artistas con búsquedas que exceden las clasificaciones. Me gusta mucho lo que hace Mariela Yeregui, Gabriela Golder, las jóvenes cineastas experimentales Azucena Losana, Toia Bonino, Melisa Aller, Fabiana Gallegos, Macarena Cordiviola, Karina Acosta, Luciana Foglio, Luján Montes.
A mí me interesa mucho el trabajo de Magdalena Cernadas, su obra en video HD “Los donde” (2017) cuando encuentran el cuerpo de Santiago Maldonado es excepcional. También destaco, especialmente, los videos de Susana Barbara, artista plástica y videasta que tiene obras de video y performance sobre el problema de la violencia de género.
En el año 2010 tuve a cargo la comisión de experimentación audiovisual de la Asociación argentina de estudios de cine y audivisual, AsAECA, y desde ese momento hasta el 2013, con un grupo muy entusiasta hicimos proyecciones de cine experimental y video, fue muy importante para la Asociación y para nosotros como grupo, destaco especialmente el homenaje que le hicimos a Narcisa Hirsch en el 2010, a Marie Louise Alemann y a Graciela Taquini, en el año 2011 en el Kino Palais. Las artistas estuvieron en la sala hablando de sus obras fue inolvidable; también proyectaron las jóvenes cineastas en la casa de la cultura del Fondo Nacional de las Artes en 2012-13. En el 2016, hicimos un homenaje a Margarita Bali y también presentamos la obra de Melisa Aller en el primer congreso de Estudios de Género y Estudios Visuales de la Universidad de Mar del Plata. Fue una experiencia muy enriquecedora.
CF: ¿En qué estás trabajando en este momento?
AT: En estos momentos estoy escribiendo dos textos casi al mismo tiempo sobre mujeres en el audiovisual argentino: un breve ensayo sobre una película de Narcisa Hirsch que se llama La pasión según San Juan. Es una película para la que Narcisa escribió y publicó el guión y estoy viendo esos pasajes de medios, entre la escritura y el audiovisual; y además, un ensayo más largo sobre los usos de la tecnología en las artistas pioneras de las que estamos hablando: Alemann, Hirsch, Paksa, Minujín, Taquini, Bali, entre otras.